Al horno no, a la parrilla!

“La vida es una sucesión de asados.” Willy Polvorón, cantante, escritor, pensador, guía, ídolo.

Ché! ¿Se dieron cuenta que las charlas de parrilla son mas delirantes y creativas que las de bar? Si hasta son dignas de ser analizadas semióticamente, aunque este no será el caso.
En un asado, a la situación etílica se le suma lo placentero de tener la panza llena, además, al no tener que gritar, el auditorio no se limita sólo al ebrio que se encuentra al lado, sino que el resto de los comensales también son receptores de semejantes animaladas, y créanme que ese escenario presenta sólidas condiciones para crear las más absurdas teorías, ya que uno se anima a exteriorizar cualquier ocurrencia sin medir cuan disparatada sea, como por ejemplo lanzar novedosos productos al mercado, productos que no pienso afirmar acá, pero que tengo bien guardados en una lista esperando que sea el momento de lanzarlos al mercado…que está a la vuelta de casa, je!

-“Pero, ¿y las fronteras?”

-“y que se yo, hay que estar pasado de copas para pensar estas cosas, y si estar pasado no es cruzar una frontera, cruzar fronteras que es, no?