viernes, 12 de marzo de 2010

Fiebre, esos grados demás que causan cierto cruce de fronteras


Hay que huir de los lugares comunes suele decirse en periodismo y en literatura, y eso nunca termino de entenderlo….pero como carajo quieren que redacte algo si no es de lo surgido de la reflexión lograda en un lugar común, que es un lugar común, será físico, serán oraciones compuestas por expresiones utilizadas muchísimas veces por quienes a menudo escriben? En fin, yo no lo entiendo; pero sepan todos que yo soy un lugar común, soy común, camino calles, tomo bondis, cervezas, como asados, acudo a recitales, juego al fútbol, voy a ver a al equipo de mis amores, leo, dibujo y estudio y si eso no es lugar común, el lugar común donde está; y si viejo, de esas vivencias, que son claro está influencias, vienen las reflexiones, y por tanto las palabras y porque no, las letras.

Este es el caso de un pasillo de hospital, si señores, un clásico y simplón pasillo de hospital público, de esos viejos, bien largos, con los techos altos, de esos que las ventanas son terroríficamente altas, con carteles amarillentos que llaman al silencio desde hace 26 años por lo menos, a paros de hace 2 años atrás, con sus piso de baldosas gastadas y paredes que vaya uno a saber porque le colocaron esas cerámicas de baño, sí, de esos pasillos que son todos blancos, pero devenidos en grises por el tiempo y el poco mantenimiento.

Y en medio de todo eso, e inesperadamente para ser un hospital público, yo solito y sólo con mi gripe y mi fiebre en ese enorme pasillo, esperando en un asiento a que me entreguen unas radiografías (a todo esto, las maquinas con las cuales trabajan merecen su propio espacio, tengo mis sospechas de que deben haber sido para realizar experimentos con humanos, ja!)…en fin, ahí estaba, sólo debía esperar a que me entregaran eso, y en un momento siento el caminar de una persona que venía por el otro enorme e idéntico pasillo que cruza al que me encontraba en ese momento, y es notable la acústica de esos pasillos cuando uno se encuentra solo; pero nada, sólo era un caminar, y en mi aburrimiento miré desde donde venía el sonido para ver quien era, y ahí apareció ella, y es increíble como alguien que dedica su vida entera para comunicar la palabra del Señor despierte el mas alto nivel de miedo en las personas, si señores, quien apareció en escena fue una monja de esas que están todas vestidas de blanco, clásica, de esas que deben tener como 60 y tantos años, con esas polleras que ni siquiera deja ver los pies y con esos gorros que tienen como dos alas a los costado, una imagen terrorífica, pero hasta ahí no hay nada loco, lo raro fue que detuvo su caminar justo en medio de ambos pasillos, giró, se puso de frente a mi, y se me quedó mirando unos segundos, mamita, el julepe que me pegué al estar protagonizando ese pseudo video criollo de Nirvana me dejó mas afiebrado de lo que estaba.

Moraleja, no sean zonzos, no se cuelguen, hagan los papeles de la obra social, jajaja!!!

5 comentarios:

  1. jejeje yo ya lo hice, pago mi cuotita de la O.S, me canse de vivir esos molestos encuentros con el diablo.

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  2. Juro que ni bien me reponga comienzo a gestionar la bendita obra social de OSECAC, jajaja!!!

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  3. La verdad que si, no queda otra que huirle a lo publico... que triste

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  4. Pido disculpas si se entendió que no se debe acudir a lo público, esa no es mi intención, creo que lo único malo es el tiempo que se tarda, por lo demás, volvería siempre, la atención ha sido de primera, gratis y hasta me están haciendo volver para ver como continúa mi caso, la idea sólo era comentar lo abandonado del pasillo, y lo feo de la situación.
    Saludos!!!

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  5. GRANDE LATIGOOOOO !!!!!!!!! un abrazo ! Charlie de CVC !

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