Esta frontera se da en un lugar especial, con dos ciudades bien metidas en las cada vez más verdes montañas, y separadas por un puente llamado Rumichaca.
Intentaré ser cuidadoso en lo que escribo; pero si no estoy equivocado estos países no transcurren días felices, al parecer, la guerrilla colombiana pierde terreno y autoridades ecuatorianas afirman que integrantes de las FARC cruzan de manera ilegal la frontera para huir de las autoridades colombianas, además la tensión aumenta ya que Uribe (presidente de Colombia) brinda libre transito a las FF.AA. de su país para rastrear a quienes son buscados. Esto se suma a ciertas diferencias culturales e históricas entre estos países En este contexto, cruzar de un país a otro es algo que puede llegar a ser, depende el día, un poco denso, porque las autoridades ecuatorianas arman una sola fila, en donde ciudadanos de estos dos países y turistas extranjeros coinciden en todo, y también en el trato policial, que afortunadamente no es violento, aunque si demasiado burocrático porque parecen que leen absolutamente todo el pasaporte, la atmósfera del lugar no es violenta pero si seria, se puede percibir que absolutamente todos saben que cualquier anomalía puede desencadenar alguna reacción.
Algo curioso es oír los diálogos entre ecuatorianos y colombianos cuando cambian dinero, en esos instantes se puede percibir cuan poco disimulan su poco agrado, y también es raro cómo muchos turistas se encuentran como mediadores entre las facturas que se envían unos a otros, colombianos que se jactan de ser hábiles para los negocios y ecuatorianos que se victimizan culpando de todos sus males a colombianos.
Del lado colombiano el trámite es bastante mas ágil, sólo se debe hacer una fila para que las autoridades coloquen el pasaporte en una máquina que lo lee por ellos y de yapa le imprima el ingreso.
Intentaré ser cuidadoso en lo que escribo; pero si no estoy equivocado estos países no transcurren días felices, al parecer, la guerrilla colombiana pierde terreno y autoridades ecuatorianas afirman que integrantes de las FARC cruzan de manera ilegal la frontera para huir de las autoridades colombianas, además la tensión aumenta ya que Uribe (presidente de Colombia) brinda libre transito a las FF.AA. de su país para rastrear a quienes son buscados. Esto se suma a ciertas diferencias culturales e históricas entre estos países En este contexto, cruzar de un país a otro es algo que puede llegar a ser, depende el día, un poco denso, porque las autoridades ecuatorianas arman una sola fila, en donde ciudadanos de estos dos países y turistas extranjeros coinciden en todo, y también en el trato policial, que afortunadamente no es violento, aunque si demasiado burocrático porque parecen que leen absolutamente todo el pasaporte, la atmósfera del lugar no es violenta pero si seria, se puede percibir que absolutamente todos saben que cualquier anomalía puede desencadenar alguna reacción.
Algo curioso es oír los diálogos entre ecuatorianos y colombianos cuando cambian dinero, en esos instantes se puede percibir cuan poco disimulan su poco agrado, y también es raro cómo muchos turistas se encuentran como mediadores entre las facturas que se envían unos a otros, colombianos que se jactan de ser hábiles para los negocios y ecuatorianos que se victimizan culpando de todos sus males a colombianos.
Del lado colombiano el trámite es bastante mas ágil, sólo se debe hacer una fila para que las autoridades coloquen el pasaporte en una máquina que lo lee por ellos y de yapa le imprima el ingreso.