sábado, 23 de mayo de 2009

Arica (Chile) y Tacna (Perú)




Esta instancia fronteriza realmente es sospechoso, tanto Arica como Tacna son dos ciudades estratégicamente ubicadas en medio del desierto, al parecer, su funcionalidad, sólo es marcar territorio, y generar comercio, claro está, quizás la ciudad chilena de Arica presente algún atractivo, ya que posee salida al mar, y, dicen los viajeros, que allí sus frías aguas reciben una corriente tibia proveniente del Perú, motivo que la hace un poco más turística.
En la salida de Chile (llajajta, o algo por el estilo) se presentan tan organizados como hostiles, ya que un grupo se encarga de pasear a todos los perros posibles por encima de los equipajes y otro grupo se dedica a cuidar celosamente los rostros de las personas, evidenciando o queriendo hacer enterarle a todos que tienen una base de datos, y los carabineros son tan cómicos como intimidantes cuando caminan con caras de pocos amigos rodeando a las filas de personas observándolas y olfateándolas, si hasta usan lentes Ray Ban, y, claro está, en algún momento sacan a relucir su autoridad demorando teatralmente a alguien, para 20 minutos después dejarlo pasar, demostrando que es la misma parafernalia que sucede en Argentina, sólo que con un claro esfuerzo por actuar mejor.
Tan sólo 500 Mts. después, en el lado peruano se encuentra el complejo fronterizo Santa Rosa, (¿Qué es lo que hace que no unifiquen criterios juntando las fronteras para hacer más ágil el transito de personas?) allí sí, hay que armarse de paciencia, otra vez se deben retirar los equipajes para pasarlos por una maquina de rayos láser que se encargue de afirmar cual se queda y cual sigue; y la pregunta es la siguiente, ¿quienes se encargan de bajar los bártulos, los pasajeros? No, tampoco lo hace el equipo de conductores, mucho menos la policía que para eso no está, sino que para esa tarea tienen personal, que de la nada y sin consultarle a nadie lo hace, esto causa sorpresa en propios y extraños, ya que uno, cómodamente ubicado (orden sutil mediante) a metros de su equipaje, puede observar como ese alguien apila todo delante de la maquina. En medio de esa incertidumbre y luego de mostrar el pasaporte, se debe ingresar a un cuarto en donde un oficial lo espera para revisarlo con una metodología similar al ingreso a un estadio de fútbol, y al final si, uno logra contactar con su equipaje, y es cuando lo deslizan delante de la maquina, luego de eso uno deberá abrir la mochila de mano y retirar absolutamente todo.
Pasados esos instantes, cuando todos están un tanto más tranquilos y cómodamente ubicados en el ómnibus, el personal que previamente se encargó de tratar a las personas de potenciales traficantes de armas, drogas, animales y personas, hacen su estelar ingreso para pedir dinero por los servicios prestados (¿?) y luego invitar a pasar a personas que ofrecen todo tipo de electrodomésticos de contrabando…simplemente insólito.

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